El DIOS de Einstein

Hace un tiempo escribí sobre mis creencias religiosas, he leido en algunas ocasiones frases de Einstein relacionadas con el tema, por cierto, sin el menor contexto, pero luego de leer su biografía en donde hay expresamente un capítulo del cual toma el título este escrito; quiero compartir con los que se atreven a leer estas líneas las transcripciones del libro de Walter Isaccson que más llamaron mi atención…

Unos minutos de una noche en Berlín

«Einstein y su esposa estaban en una cena cuando uno de los invitados manifestó su creencia en la astrología. Einstein ridiculizó la idea como pura superstición. Otro invitado se levantó y denigró de modo parecido la religión. La creencia en Dios —insistió— era como una especie de superstición.

En ese momento el anfitrión trató de silenciarle invocando el hecho de que incluso Einstein albergaba ideas religiosas. —¡No es posible! —exclamó el huésped escéptico, volviéndose hacia Einstein para preguntarle si de verdad era religioso.

—Sí, puede llamarlo así —repuso este en tono calmado—. Trate de penetrar con nuestros limitados medios los secretos de la naturaleza y se encontrará con que, detrás de todas las leyes y conexiones discernibles, sigue habiendo algo sutil, intangible e inexplicable. La veneración por esta fuerza que va más allá de todo lo que podemos comprender es mi religión. Y en esa medida ciertamente soy religioso»

Más adelante, cruzando los 50 años Einstein se entrevistó con un periodista y esto fue lo que contestó a la pregunta ¿cree en dios?

«No soy ateo. El problema que ello entraña es demasiado vasto para nuestras mentes limitadas. Estamos en la situación de un niño pequeño que entra en una enorme biblioteca llena de libros en muchas lenguas. El niño sabe que alguien debe de haber escrito esos libros. No sabe cómo. No entiende las lenguas en las que están escritos. El niño sospecha vagamente que hay un orden misterioso en la disposición de los libros, pero no sabe cuál es. Esa, me parece, es la actitud de incluso el ser humano más inteligente hacia Dios. Vemos que el universo está maravillosamente dispuesto y que obedece a ciertas leyes pero solo comprendemos esas leyes vagamente»

En seguida, un discurso que también trata el tema unos años más adelante.

«La más bella emoción que podemos experimentar es el misterio. Es la emoción fundamental que subyace a todo arte y ciencia verdaderos. Aquel que desconoce esta emoción, que ya no puede maravillarse y sentirse arrobado de sobrecogimiento, es como si estuviera muerto, como una vela apagada. Sentir que detrás de todo lo que podemos experimentar hay algo que no pueden captar nuestras mentes, cuya belleza y sublimidad nos alcanza solo de manera indirecta; eso es la religiosidad. En este sentido, y solo en este sentido, yo soy un hombre devotamente religioso»

La forma de percibir el mundo que claramente pocos tenemos en el planeta, está llena de un increible sentido común… En resumen, Einstein está maravillado de lo que ve, de lo que puede entender de esa realidad, y de eso es un religioso devoto. Como no entiende el resto, no puede decir nada más…

Absurdamente sensato.

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